Jorge BelloTextos cientÃÂÂficos, de divulgación y de opinión, en castellano / en català|
Redactar o corregir textos • anatomicvm@gmail.com | Anatomicvm |
Santa
Fe, Argentina, Navidad
de 2024
Santa
Fe, Argentina, Fin de
año / Año nuevo: 2025 Infancia
y salud LOS
BUENOS
PROPÓSITOS PARA EL 2025 Terminado
el veinticuatro, es para
todos el momento de
pensar en los buenos
propósitos para el 2025.
Y la palabra en que se
fundamenta el conjunto
de estos nobles
propósitos es
«adultismo». No se trata
de mirar el año que pasó
con una mirada inmóvil.
En todo caso sería una
mirada de
arrepentimiento. Sino
que se trata de mirar
hacia el futuro
inmediato con el
propósito de hacer las
cosas mejor, y el
convencimiento de que,
seguro, podemos hacerlas
mejor. El
concepto de adultismo se
refiere a la poca
consideración, incluso
discriminación o
marginación que sufren
los chicos por parte de
los adultos, a la hora
de las decisiones, sólo
por el hecho de ser
niños o adolescentes.
Cuando digo «chicos» me
refiero a todos los
menores de edad, sin
distinción alguna. Así
definidos, los chicos
son un parte relevante
de la sociedad puesto
que en Argentina
representan la cuarta
parte de todos los
argentinos. De
esta cuarta parte de
todos los argentinos
saldrá el futuro
presidente, y todos los
senadores y diputados, y
todos los intendentes, y
todos los sindicalistas.
Y todos los empresarios.
Por lo tanto, tenemos
que hacer todo lo
posible para que estos
chicos crezcan y se
desarrollen sanos en
todo sentido, para que
después sean adultos
honestos y competentes,
útiles a la sociedad,
cada uno en lo suyo,
cada uno como deba ser,
cada uno como pueda ser.
Queremos que crezcan y
se desarrollen al margen
de las malas prácticas
que hoy caracterizan a
no pocos. El
pecado de adultismo es a
veces sutil, otras veces
es claro y evidente. Es
la forma de pensar,
luego de decidir sin
pensar mucho en ellos,
sin tenerlos mucho en
cuenta, sin admitir que
ellos son hoy los que
mañana serán los que
manden, y los que
decidan sobre nosotros.
Se trata entonces de
pensar, luego decidir,
con la mirada puesta en
el futuro, y no tanto en
lo inmediato. El futuro,
claro que sí, lo podemos
hacer entre todos. Lo
inmediato, en cambio, es
difícil de modificar. Entonces,
si queremos que crezca y
se desarrolle una
generación sana, seria y
responsable, la salud
materno-infantil y la
salud infanto-juvenil
son hoy la mitad del
futuro. La otra mitad es
la educación. En este
contexto, dejar caer la
escuela, dejar caer la
salud maternal, infantil
y juvenil, y dejar caer
la universidad, las
tecnicaturas y en
general la formación
profesional, todo esto
es un mal negocio para
estos tiempos, aún
siendo difíciles. Y un
pésimo negocio para el
futuro. No
me parece exagerado
pensar que las
sociedades corren grave
riesgo cuando descuidan
a quienes deben asumir
responsabilidad en el
futuro, y abrazan a
cambio el discurso que
ofrece sidra y pan
dulce, o ni eso ahora,
sólo para esta noche,
para este verano, para
estas vacaciones. Argentina
asumió responsabilidad
cuando firmó y luego
ratificó la normativa
que obliga a no
discriminar la infancia
por ningún motivo. Ni
por el color de la piel,
ni por el grado de
estudios, ni posición
social y económica,
antecedentes personales
y familiares, sexo y
percepción de género,
etc. Argentina aceptó
tomar en consideración
la opinión
infanto-juvenil en todos
los aspectos legales y
organizativos
relacionados con la
infancia y la
adolescencia, pero no sé
si alguna vez les
consultó algo antes de
tomar una decisión que
les afecte directamente. Argentina
se comprometió ante el
resto de los países a
proteger los chicos de
todo conflicto, pero es
habitual que haya chicos
en entornos que son de
conflicto, como el robo
y el hurto, el
narcotráfico y el
narcoconsumo, la
mendicidad y tal vez la
prostitución. Tenemos
que crear las
condiciones que eviten
que todas estas áreas de
conflicto sean una
alternativa que se
considere válida porque
no hay otra mejor al
alcance de la mano. Es
decir, hay que apostar
hoy por los chicos si
queremos tener mañana un
país de adultos sanos y
honestos. El
abandono escolar es otra
área de conflicto porque
se relaciona con la
pobreza y la
inseguridad, y sigue
siendo un problema poco
atendido en las escuelas
primarias y secundarias
de ciertos barrios. Es
ahora, en verano, cuando
hay que pensar en
quienes abandonan. Y
tomar decisiones que los
ayuden a ser alumnos
otra vez, para que
mañana sean adultos de
bien. El buen propósito para este 2025 podría ser entonces el pensar más y mejor en la infancia y la adolescencia, salud y educación, para ayudarlos a hacerse buenos adultos. Los necesitamos. (Ref.: The world in 2024 was not all right for children. The Lancet Child & Adolescent Health. 2024; 8: 843 / Child-first societies ara safe for all. The Lancet Child & Adolescent Health. 2025; 9: 1)
Todo
niño merece una
infancia La
importancia de pensar en
los chicos como
artífices del futuro, y
de tomar decisiones
políticas,
administrativas y de
organización en general
pensando precisamente en
esto, y en ellos, esta
importancia quedó bien a
la vista hace ahora dos
meses, en Bogotá. El
objetivo es evitarles el
conflicto y la violencia
que el conflicto les
implica. Liberados así
de estas cadenas, el
futuro empieza a verse
mejor, para ellos y para
todos. A
principios del noviembre
pasado, días 7 y 8, en
Bogotá, Colombia, se
celebró la «Primera
Conferencia
Ministerial Mundial
para poner fin a la
violencia contra la
niñez». Fue la primera
vez que el problema de
la violencia contra los
chicos se llevó al más
alto nivel internacional
a fin de buscarle
soluciones. Se parte de
unas verdades bien
conocidas: la violencia
contra la infancia
existe y es un problema
universal, aunque con
características
diferentes según los
países; esta violencia
les compromete tanto el
presente como el futuro;
y el futuro de la
infancia es también
nuestro futuro. Organizadas
por el Gobierno de
Colombia y el Ministerio
de Salud de Suecia, las
sesiones de trabajo
reunieron a
representantes
ministeriales de más de
100 países. Esta
cantidad demuestra la
gran relevancia que
tiene este tema, tanto
para afrontar el
presente como para
imaginarse un futuro. Me
consta la participación
y los compromisos
asumidos por Chile y
Brasil, entre otros
países de América, Asia
y Europa, pero no consta
ninguna participación
argentina. El documento
de consenso con que
finalizó la conferencia,
llamado «Llamamiento
a la Acción de
Bogotá», es el
compromiso que se asume
para limitar toda
violencia contra la
infancia y la
adolescencia, incluyendo
la violencia digital,
las uniones maritales
precoces, el reclutar
niños y adolescentes
para el narcotráfico y
la mendicidad, etc.
Tiene un gran valor,
tiene un espíritu
fundacional, y está
disponible en internet. El lema de la conferencia es otra gran verdad: «Todo niño merece una infancia». Quien quiera mirar, podrá ver que muchos chicos de Santa Fe carecen de infancia, y que ciertos adolescentes no tuvieron infancia en las calles de la ciudad. Sin embargo, estoy seguro de que todos coincidimos al pensar que todos los niños merecen tener una infancia, y que a esos los adolescentes les hubiera gustado tener una infancia.- / Publica El Litoral, sábado 04/01/25: html / jpg.
Sesión
de clausura de la Conferencia
Ministerial
Mundial para poner fin a
la violencia contra la
niñez (Bogotá,
noviembre
de 2024), que
representa a todos los
niños y adolescentes
que son víctimas de
alguna forma de
violencia (física,
sexual, psicológica,
digital).
Todos los textos
de JB, aquí Los Bello.Cat
desde enero de 2015,
aquí La versión beta
del Bello.Cat, aquí Aquí, Paulo Bello / Alicia Bello, aquí
|
Diseño: Jorge Franganillo |