![]() Actualización: días 1 y 15 de cada mes Santa
Fe (y Barcelona),
domingo 15 junio de
de 2025 Infancia y salud ESE
CHICO QUE ESTABA EN EL
PASTO En
el claroscuro arbolado,
entre sol y sombra, al
mediodía reparé
sorprendido en ese chico
que estaba en el pasto.
Grandote, corpulento, se
sentaba sobre su pie
izquierdo mientras
mantenia flexionada la
pierna derecha. Con
ambas manos parecía
buscar algo en el suelo,
pero allí no había nada
para encontrar. Entonces
no buscaba nada, sino
que esperaba. Espera, y
hasta confía en que se
acuerden de él. No
juntaba naranjas en un
naranjal, a merced del
peor de los hombres, o
la peor de las mujeres.
Hace un año que
desapareció el pequeño
Loan Peña de un remoto
naranjal. Me pregunto si
igual hubiera
desaparecido de haber
estado jugando con un
celular de buena marca
en un cantero del
bulevar. Otros chicos
siguen desaparecidos en
Argentina, y muchos más
en el mundo. En Gaza los
siguen matando, y siguen
desapareciendo bajo los
escombros, incluso ahora
con el consentimiento
explícito y servil de
nuestro presidente. Se
reunió con quien tiene
una orden de captura
internacional por
genocidio. Argentina no
necesita acercarse
todavía más al fuego.
Todo lo contrario,
necesita programas para
la paz y la concordia,
proyectos para el
diálogo y los acuerdos
mutuos, y el respeto. No
somos enemigos, somos
argentinos. No sé qué
habrá ido a preguntarle.
Pero sí sé que esta
última gira de turismo
presidencial, la más
larga y por tanto la más
costosa, se paga con el
dinero de todos, y este
dinero procede,
indirectamente, por
ejemplo, del Garrahan,
que es un hospital para
chicos enfermos. Ucrania
y medio mundo le
reclaman a Rusia para
que devuelva los más o
menos 400 chicos que se
llevó de los territorios
ocupados, y nadie dice
qué fue de ellos, dónde
están. cómo están. Robar
chicos no es ninguna
novedad, ni en Argentina
ni en el mundo, ni ahora
ni nunca. Había un chico
en el pasto. Es ese
chico, desnudo,
vulnerable. Como quien
espera. Hay
que pensar en la
infancia. Hace poco
supimos que muchos
chicos de Santa Fe no
aprenden a leer y
escribir a la edad en
que otros sí lo hacen.
También sabemos que, a
una misma edad, en un
mismo grado, los alumnos
varones de primaria
saben más matemáticas
que sus equivalentes
nenas, y que todo esto
es peor en las escuelas
de los barrios
periféricos. La
enseñanza y el
aprendizaje, por lo
tanto, no son para todos
por igual. Esto
significa, entre otras
cosas, que quien de
chico no lee ni escribe
como los demás, es
decir, que está menos
preparado para salir a
la vida, será pronto un
adolescente
problemático. Y luego
será un adulto con pocas
perspectivas, con pocas
alternativas. Si la
ciudad no apuesta por la
infancia, si no invierte
dinero, tiempo y fuerzas
físicas e intelectuales
en la infancia, mañana
tendrá en las calles, y
en las instituciones, un
panorama igual de
desolador. Ese
chico que estaba en el
pasto sigue estando allí
y sigue esperando.
Espera y hasta confía en
que las vacunas no
faltarán en los
hospitales ni en los
centros de salud, tal
como a veces pasa, y que
seguirán siendo
gratuitas. También
espera y hasta confía en
que las escuelas
permanezcan abiertas
durante estas próximas
vacaciones de julio para
que les ofrezcan
refuerzo de lectura y
escritura a los alumnos
que lo necesiten. Hay
tiempo para organizarse.
Pueden ofrecerles un
desayuno y un almuerzo,
y juegos en el patio,
lectura y escritura, y
matemáticas, y alguien
que se asegure de que
están todos bien
vacunados, y que vaya un
dentista y los revise, y
detecte quién tiene
caries. Nada
de esto es caro, no es
una cuestión de
presupuesto. Hay que
aprovechar que la
mayoría de los alumnos
no se van de vacaciones,
sino que se quedan en el
pasto, en espera,
vulnerables, como quien
busca algo que ya
sabemos que allí no
encontrarán. Los
patios escolares deben
permanecer abiertos
durante todas las horas
diurnas, de lunes a
lunes, porque ir a jugar
al patio de la escuela
es más seguro y más
edificante que jugar en
la calle o quedarse en
casa mirando pantallas. Para
los adolescentes, el
patio es un punto de
encuentro, social y
cultural, una opción más
válida, más sana, más
segura que la calle y
las pantallas. Entonces
no basta con rasgarse en
público las vestiduras y
tirarse de los pelos, y
acusarse los unos a los
otros. Hay que
preguntarse, yo, qué
puedo hacer, porque yo
soy el primero y el
principal interesado, y
porque nadie vendrá
gratis y desinteresado a
ofrecerte nada. El
índice
de abuelidad El
llamado «índice de
abuelidad» tiene el
máximo respaldo
científico, y el
agradecimiento de los
argentinos y de muchos
otros en el mundo.
Ahora, quien lo supo
descubrir recibe un
premio merecido, un
reconocimiento de alto
valor. Este índice
implica las técnicas y
los procedimientos de
laboratorio, genéticos,
que establecen el nexo
de parentesco
indiscutible entre una
persona y sus abuelos,
aún en ausencia de los
padres. Permite afirmar
que, cuando se localiza
un adulto que pudo haber
sido robado de bebé
durante la dictadura
militar, éste no es hijo
de quienes dicen ser sus
padres sino nieto de
quienes dicen ser sus
abuelos. Y esto
certifica, con valor
legal y científico, que
en su momento fue
robado. Gracias a este
índice se han podido
identificar los
verdaderos padres de
muchos bebés
desaparecidos. También
se utilizan estas
técnicas genéticas para
identificar cadáveres o
restos humanos en otros
casos de violencia por
dictadura militar, y
además por
narcodelincuencia,
terrorismo, accidente de
aviación, conflicto
bélico, catástrofe
natural. Todo
esto de querer
establecer el parentesco
cierto entre una persona
y sus abuelos legítimos
comenzó como un pedido
de las Madres luego
Abuelas de Plaza de
Mayo. Se pusieron en
contacto con este equipo
de investigación
genética para pedirles
ayuda a fin de poder
indentificar, con la
máxima precisión y con
valor legal, que una
determinada persona no
es hija de quienes dicen
ser sus padres. En otras
palabras, el índice a
abuelidad, hoy conocido
y reconocido, es un
síntoma de justicia, de
humanidad, de respeto,
de la voluntad de
ciertas personas por
encontrar la verdad.
Unos la buscan en la
calle y en las
instituciones, mientras
que otros la buscan en
el laboratorio, y todos
son necesarios. El
premio lo recibe la
investigadora
Mary-Claire King, hoy de
79 años, como líder del
equipo de genetistas. Se
trata del Premio
Princesa de Asturias de
Investigación Científica
y Técnica 2025, que
otorga el Reino de
España. Este equipo de
investigación también es
responsable del
descubrimiento y la
identificación de la
mutación genética que
está involucrada en el
cáncer de mama
hereditario (que
representa una pequeña
parte de todas las
formas de cáncer
mamario). También
reciben este prestigioso
premio por las
investigaciones sobre
los factores genéticos
que intervienen en
varias enfermedades
infantiles, incluyendo
la sordera congénita y
la esquizofrenia. Una
vez más queda visto que
la ciencia es del todo
necesaria, y que puede
tener un papel decisivo
en la búsqueda de la
verdad, así como en la
salud de las personas.- Publica El Litoral, día martes 17/06/25: html - jpg. //Referencias: Deciphering the dna of truth: how the Grandparenthood index brought together dozens of families. / La genetista que revolucionó la medicina recibe el premio Princesa de Asturias a la Investigación.
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