Argentina,
Santa Fe, viernes
15/03/24 Infancia
y salud SOBRE
EL
BAJO PESO AL NACER Mientras
por acá nacen bebés
con poco peso porque
su mamá es pobre, más
allá y sin salir de la
provincia nacen bebés
de bajo peso porque su
mamá es rica. Esta
paradoja es un ejemplo
que ilustra la
realidad actual del
país, donde quien poco
tenía, ahora tiene
menos. Y donde quien
más tenía, ya empieza
a tener aún más, y se
frota las manos. Recordemos
que Argentina se
comprometió, ante el
conjunto de casi todos
los países, a «la
creación de entornos
propicios para que
todas las personas
puedan alcanzar el
ejercicio pleno de su
derecho a la salud
integral». Y que esto,
entre otras cosas,
«hace centro en la
reducción de las
desigualdades, y en el
bienestar de la
niñez». Esto es un
compromiso serio y
formal. Pero ahora, a
la luz del desprecio,
de los recortes, del
qué me importa que
afectan a la
alimentación y a la
escuela de los chicos
más vulnerables, queda
visto que si te he
visto no me acuerdo, y
chau. La
situación es peligrosa
porque se va perdiendo
el respeto por el
otro. Tanto de palabra
como de obra, la
autoridad máxima
pierde el respeto por
las personas y las
trata según el sistema
del qué me importa, y
chau. Así, proceder,
decidir, gobernar con
independencia del otro
es un síntoma de
dictadura. La
democracia es
precisamente todo lo
contrario. Mientras
tanto, por suerte,
continúa que hay gente
seria que se toma en
serio las cosas. Según
datos serios, en
Argentina, nueve bebés
de cada cien nacen
antes de tiempo, es
decir, son prematuros.
En la provincia de
Santa Fe, esta
cantidad es un poco
más alta: uno de cada
diez. Es importante
recordar que si
sabemos algo en serio
es en virtud de las
instituciones, de las
personas que recopilan
e interpretan datos,
que investigan en
serio y que por tanto
merecen respeto. En
Argentina nacen menos
bebés que hace unos
años, pero el
porcentaje de
prematuros y de bebés
bajos peso se mantiene
estable, o más bien
presenta una cierta
tendencia a que sean
cada vez más. Bebé
prematuro es distinto
de bebé de bajo peso.
Prematuro es que nació
antes de completar 37
semanas de gestación,
y de bajo peso es que
nació con menos de dos
quilos y medio. Muchos
prematuros nacen con
menos de este peso
dado que este poco
peso suele ser
proporcional al poco
tiempo de gestación.
Pero un tercio de los
bebés de bajo peso no
son prematuros, sino
de término. Los
que nacen bajos de
peso, prematuros o no,
comparados con los que
nacen con buen peso,
tienen más riesgo de
sufrir complicaciones
importantes, tanto a
corto como a largo
plazo. Estas
complicaciones, que
luego son secuelas,
dificultan mucho el
desarrollo del bebé,
luego niño, luego
adolescente, luego
adulto, y en
consecuencia lastran
el desarrollo de toda
la familia. En
el conjunto de casi
todos los países del
mundo, de cada cien
bebés que nacen,
quince nacen bajos de
peso. Pero si miramos
por países y por
regiones en
particular, los bebés
de bajo peso son más
frecuentes en los
países y regiones de
ingresos medios y
bajos, tal el caso
argentino, y sin duda
también el de Santa
Fe. Prematuros
y de bajo peso son con
frecuencia hijos de
una madre adolescente.
O que no pudo
controlar
adecuadamente su
embarazo, o que comía
mal durante la
gestación, o que vivía
en condiciones
indignas, etc. En
efecto, el bajo peso
en general se
relaciona en muchos
casos (pero no en
todos) con la pobreza
socio-económica de la
madre (y del padre
también, pero este es
otro tema). Además,
la pobreza cultural o
el hecho de no tener
obra social se
relacionan en
Argentina con la
posibilidad de dar a
luz un bebé de poco
peso, prematuro o no.
Investigaciones
argentinas, hechas por
argentinos y
financiadas con dinero
público argentino,
indican que la madre
que sólo tiene
estudios primarios
accede a menos
controles del
embarazo, y más
tardíos, que la madre
que completó la
secundaria. Lo mismo
se puede decir de la
madre que no tiene
obra social comparada
con la que sí tiene.
Esto demuestra que
aquí el acceso a la
salud se relaciona con
la educación y sobre
todo con la capacidad
económica. Por
supuesto que la
mayoría de los bebés
nacen fuertes y
vigorosos, y de buen
peso, y que tanto la
prematurez y como el
bajo peso al nacer
tienen además otras
causas, éstas
estricamente
biológicas. Pero las
causas sociales,
económicas y
culturales son
frecuentes, y se
podrían controlar con
la estrategia de
políticas públicas
adecuadas. Pero «no
basta con garantizar
medidas de salud
adecuadas, sino que
también es necesario
elaborar políticas
integrales e
intersectoriales
orientadas a reducir
las brechas de
desigualdad que
afectan a las
embarazadas». Y a las
niñas y a los niños,
puesto que son las
madres y los padres
del futuro. Sin
embargo, que sepamos,
esta estrategia no
está en la agenda
inmediata de quienes
por ahora nos presiden
y por ahora nos
gobiernan, que parecen
estar más ocupados por
encontrar, al precio
que sea, la cuadratura
del círculo. La
cuadratura del
círculo La
cuadratura
del círculo es una
utopía, como tantas
otras, tantas veces,
otra vez. Es
imposible. Primero
están las personas.
Siendo entonces que el
contexto
socio-económico y
cultural condiciona el
peso al nacer de no
pocos bebés, la
autoridad municipal,
provincial y nacional,
más allá del color
político que tengan,
son en buena parte
responsables, sea por
acción, sea por
omisión. Se
puede prevenir una
buena parte de los
nacimientos de bebés
de bajo peso mediante
la estrategia de
mejorar las
condiciones
socio-económicas y
culturales de la
madre. Mejorando
también el acceso a
los efectores de
salud, y a la salud
preventiva, y a la
salud y a la educación
reproductivas de los
chicos y las chicas. Sabemos
que «la salud integral
de las personas está
determinada por
múltiples factores que
no se relacionan
únicamente con el
acceso y la calidad de
la atención de los
procesos de salud y
enfermedad, sino
también con el acceso
a la vivienda, el
saneamiento, la
alimentación
saludable, y la
inclusión laboral,
educativa y
recreativa. Y con
políticas públicas y
comunitarias que
apoyen la promoción de
la salud integral y de
una vida libre de
violencia y
discriminación». También
sabemos que los bebés
de bajo peso son
frecuentes en los
casos de embarazo por
reproducción asistida.
Esta forma de tener
hijos es más propia de
familias de buen pasar
económico. Es por esto
que decía más arriba
que mientras acá un
bebé de bajo peso
suele ser hijo de la
pobreza, allá puede
ser hijo de la
riqueza. Y a la hora
de tener que atender
las complicaciones
agudas y las secuelas
crónicas, la pobreza o
la riqueza de la
familia son un factor
decisivo. Los datos de esta nota y las frases entre comillas, que son copia textual, proceden del documento «Política integral para la prematurez», del Ministerio de Salud de la Nación, de noviembre de 2021. Es un informe necesario para poder basarse en la realidad y no en la opinión. Es pura ciencia. Con datos nacionales y provinciales, está gratis en Internet. // Publica El Litoral, miércoles 20/03/24: html. Hay una relación entre pobreza y bajo peso al nacer porque también hay una relación entre la pobreza de acá y el chau qué me importa de allá. Pero por suerte hay personas serias que hacen en serio las cosas.
Abans
d'anar-me’n,
la qual cosa no sembla
pas fàcil, haig de
romandre a consulta
una estona més per tal
de deixar-li buit el
calaix, al pròxim, si
és que n'hi haurà un,
i endur-me allò que és
meu. (...) [pdf]
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