Santa Fe y
Barcelona, viernes 13
de mayo de 2022 LA
ESCUELA COMO
PROTECTORA Con una argentina
como máximo
responsable, Naciones
Unidas ha hecho
público un
informe (1)
sobre la mala
situación de los niños
en zonas de conflicto.
Y entonces me pregunto
si en Argentina hay
zonas que puedan
considerarse como de
conflicto. El informe hace
además el seguimiento
de seis violaciones
muy graves a los
derechos de los niños,
y constata que la
situación, en efecto,
ha empeorado para
ellos. Y por tanto
para todos. Éstas son: 1) muerte
o mutilación de niños;
2) niños reclutados
como soldados; 3)
violencia sexual
contra niños y niñas;
4) robo, rapto, compra
o desaparición de
niños; 5) ataques
contra escuelas y
hospitales; y 6)
negación sistemática
de atención en salud y
de ayuda humanitaria a
la población infantil.
Como puede verse, se
trata de atrocidades,
y también puede verse
que no son tan lejanas
como podría parecer a
simple vista. Refiere a niños en
zonas de conflicto
como Colombia, Gaza,
Yemen o Etiopía, pero
es evidente que mucho
más cerca hay otras
zonas de conflicto
donde bandas armadas
se mueven con libertad
y aplican, a propios y
ajenos, unas reglas
violentas que afectan
también a los niños y
jóvenes del
vecindario. El informe es
demoledor, tanto como
la realidad que
refleja. Y hay que
preguntarse si en la
provincia de Santa Fe
hay zonas conflictivas
donde los niños son
testigos o incluso
víctimas de actos de
violencia, sea contra
ellos, sea contra
quienes de ellos se
ocupan. Al ver que empeora
la situación de la
infancia en áreas de
conflicto, el informe
insiste una vez más en
que la protección
infantil es un tema
prioritario, y es cosa
de todos. Y que las
autoridades en primer
lugar, pero también
otros agentes, deben
trabajar de manera
efectiva para
ofrecerles, a estos
niños y jóvenes, una
perspectiva mejor. Y es en este
contexto, en estos
contextos conflictivos
donde la escuela
vuelve a tener un
papel que va mucho más
allá de su función
educativa. La escuela
es protectora y le
brinda cobijo a sus
alumnos. Pero no se
entiende, por ejemplo,
por qué el patio
escolar permanece
cerrado durante los
días feriados si allí
los niños de ciertos
hogares estarían más
seguros que en casa, y
aún más seguros que en
la calle. En el patio se
enseñan y se aprenden
unos valores que son
necesarios tanto para
el alumno como para
sus familiares en
casa. De esto no habla
el citado informe,
sino que es un tema de
sentido común que se
desprende de la
realidad, al comprobar
que se trata de una
una realidad
conflictiva. Entonces me pregunto
si en la ciudad de
Santa Fe hay zonas
donde los chicos
necesitan una
protección especial,
para que no sean ni
testigos ni víctimas
de violencia. Quien
hoy es testigo de
violencia, es
problable que mañana
sea violento. Es el
círculo vicioso de la
pobreza y la
violencia. Presentado en enero
de este año, el
informe no parece
haber despertado mucho
interés en los medios
locales. En cambio,
una prestigiosa revista
médica dedicada a la
infancia y la
adolescencia (2)
sí que se hace eco de
este informe, y
comenta, entre otras
cosas, cómo ciertos
grupos armados, en
Colombia, reclutan
niños y adolescentes
para su propio
provecho. A los
mayores los reclutan
como niños soldados, y
a los menores los
mandan a deambular por
las calles pidiendo
dinero y comida, y
caramelos. Hay que
pensar si por aquí no
pasa cosa parecida. Quien recibió el
encargo del informe
fue una argentina,
Virginia Gamba, nacida
en la provincia de
Buenos Aires en 1954.
Tiene una extensa
trajectoria en defensa
de los derechos
humanos, la paz, la
seguridad y el
desarme, en Argentina,
en Siria y en otros
países. Para liderar la
elaboración y luego la
presentación pública
de este informe, esta
señora fue nombrada
expresamente por el
Secretario General de
las Naciones Unidas,
en 2017. Debemos estar
orgullosos, y entender
que sí, que hay otra
forma de hacer las
cosas, una manera
diferente y más
efectiva, que piensa
sobre todo en los más
vulnerables, niños y
jóvenes, para
ofrecerles un
presente, y por tanto
un futuro mejor. Para este informe
trabajó con un equipo
numeroso de personas
procedentes de varios
países, entre ellos
Argentina. Sólo se
basaron en información
confirmada. Esto
último quiere decir
que la situación
podría ser peor, con
toda probabilidad,
porque ya se sabe que,
por temor a más
violencia, no se
denuncian, y entonces
no se investigan, tal
vez la mayoría de
casos de violencia
contra niños y
jóvenes, ni allá ni
acá. // Publica El
Litoral (jueves 19 de
mayo) con nota
complementaria: "En el
patio". [html]
[jpg] (1)
«Study
on the evolution of
the children and armed
conflict
mandate
1996-2021» United
Nations, 18/01/2022. (2)
«Children
and armed conflict»
The Lancet Child &
Adolescent Health,
05/05/2022. Todos los textos
de JB, aquí Los Bello.Cat
desde enero de 2015,
aquí La versión beta
del Bello.Cat, aquí Aquí, Paulo Bello / Alicia Bello, aquí
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